Tus tacones, por fín, a salvo

¡Inicio de temporada! Bienvenidos son los primeros rayos de sol que calientan y, junto a ellos, el esfuerzo de guardar la ropa de invierno (con el calor que eso da) para hacer un merecido hueco a la de verano. Ligera, liviana y el símil más parecido a la llegada de las vacaciones.

Pero con ese inicio del buen tiempo llega también la época de las BBC (bodas, bautizos y comuniones). Unas siglas unidas a la locura y a esa temida frase de “No tengo nada que ponerme.” No, no intentéis entendernos, cuando –ante un armario repleto de ropa- pronunciamos en voz alta esas fatídicas palabras, sabemos a lo qué nos referimos…

Búsqueda imparable del look más definido, más apropiado y más inolvidable para ir perfectas a esa cantidad infinitas de citas que hemos marcado con deleite en el calendario. Con lo que cuesta encontrar el vestido, el tocado y los complementos perfectos, qué rabia da cuando alguna de las partes de nuestro outfit se estropea. Por eso, no puedo dejar de compartir uno de los mejores inventos que ha llegado a mis manos. Algo con lo que los tacones de nuestros stilettos están a salvo de las rozaduras, el césped y la grava que suele acompañar a los cocktails y a las copas de después.

Harta de los arañazos y de ver cómo la seda o la piel de mis tacones se levanta cual plátano, no puedo menos que compartir uno de esos inventos de los que piensas “se me tenía que haber ocurrido a mí”. Se trata de SoleMates, unos pequeños cilindros de caucho que se adaptan a nuestros tacones y que evitan que se estropeen.

Están hechos de un material muy flexible que se fija (sin rozarlo) a la base del tacón y que impide que se salga o se dañe. Se pueden escoger trasparentes, negros o con reflejos dorados o plateados, ¡el que mejor se adapte al color del zapato!

¿Lo mejor? Su precio, cuestan tan sólo 11 euros. Y se pueden usar todas las veces que quieras. ¿Dónde encontrarlo? en Mimoki, en Federica & Co, en el número 26 de la calle Hermosilla en Madrid. Ahí al lado.

Su único defecto es que difícil adaptarlo a esos tacones anchos que se llevan tanto esta temporada. Cómo se verían demasiado, tendrás que seguir andando de puntillas.